Somos un taller de luminarias artesanales.
Inspirados por la cultura mexicana diseñamos colecciones con un sentido profundo del origen y creamos luminarias de la mano de artesanos, piezas que cuentan una historia impregnada de tradición en cada espacio que habitan.
Creado en el 2015 por Sofía Contreras y Enrique Tripp en Guadalajara, Jalisco, México. Dos arquitectos que comparten la misma visión por la cultura mexicana y que continúan trabajando para enriquecerla.
Trabajamos con comunidades de artesanos en diferentes estados del país creando una alianza de comercio justo y ético desde el diseño en el taller hasta su creación en algún lugar de México, acortando la distancia entre la pieza y la persona que la crea.
Nacido en Santa Clara del Cobre. La creación de nuestras luminarias de cobre martillado es muy interesante, hay moldes, yunques y martillos con variedad de formas y tamaños por doquier. En un comienzo se pone a calentar el cobre, más tarde y con la ayuda de unas pinzas, un artesano lo extrae del fuego cuando está listo para ser trabajado, el cobre es de un tono tan rojo debido al calor al que fue expuesto que no puedes mirarlo fijamente mucho tiempo, parece un pequeño sol. Los artesanos utilizan sus brazos y fuerza para dar forma al material un golpe de martillo a la vez, algunas veces dos o tres de ellos se concentran en una sola pieza y por turnos van moldeando la luminaria hasta obtener la forma deseada. Cada hendidura de nuestras luminarias de cobre martillado es un golpe de martillo de nuestros artesanos, la precisión que han logrado son resultado de años de experiencia. En Filamento martillamos acabados de cobre distintos.
Técnica representativa de Tonalá, Jalisco, ciudad conocida como “cuna alfarera”, por el patrimonio histórico y cultural que alberga. La técnica del barro bruñido, clasificado por su función y decoración como “loza de agua”, tiene su peculiaridad en el brillo de las piezas que se obtiene al frotarlas con una piedra metálica llamada pirita. Su proceso inicia alisando la pieza con una lija humedecida con agua y posteriormente con piedras de rio. Una vez seca la pieza, se eligen los colores para su decoración, provenientes de minerales para después pasar al bruñido. Todo el proceso se realiza antes de la quema, es hasta entonces cuando se conoce el verdadero final de la pieza.
El proceso de creación más industrializado dentro de Filamento ocurre en un taller de Tonalá, donde se encuentra nuestro maestro artesano y los hornos que contienen la materia prima de esta técnica: la pasta vítrea. Hay más de 5 artesanos involucrados en el proceso de creación de nuestras luminarias de vidrio, cada uno con tareas específicas que cuidan el detalle del proceso de creación. Todo comienza cuando la pasta vítrea es extraída de los hornos al rojo vivo para moldearla poco a poco hasta formar una gota compacta en el extremo de un tubo hueco por el que nuestro maestro vidriero sopla para obtener una burbuja de aire, la cual, dará forma a nuestras luminarias. Una vez terminada esta fase, con la ayuda de herramientas especiales se continuará trabajando en moldear la pieza antes de pasar a la fase de enfriamiento donde ninguna pieza será completamente igual a la otra porque la pasta vítrea y el soplo de nuestro maestro serán distintos cada vez, la belleza de los procesos artesanales está en que cada pieza es única, y eso nos encanta.
Esta técnica es completamente artesanal, nuestro maestro en San Lucas Evangelista, Jalisco saca la piedra del cerro con la ayuda de su martillo y la acarrea hasta su taller donde comienza el proceso de transformación que va a dar nacimiento a nuestras lámparas. Cada pieza es cincelada a mano un golpe a la vez, incluso las herramientas que utiliza nuestro maestro piedrero son hechas en su taller por él; más de 18 tipos de cinceles hechos de piedra para lograr un acabado natural en cada luminaria. La precisión que esta técnica requiere hace que se puedan crear tan sólo 3 piezas por día, pero se asegura la calidad y toque único en cada una de nuestras lámparas.
En esta técnica nuestros artesanos de Michoacán están muy conectados a su entorno natural. En un comienzo, las familias que trabajaban con fibras naturales vivían cerca del lago de Pátzcuaro, pues de ahí obtenían el junco acuático con el que se tejen nuestras luminarias. Cada uno de los 5 tejidos distintos utilizados en nuestras piezas son el resultado de años de tradición familiar y experiencia por parte de nuestros artesanos, el cuidado que se pone a cada pieza es visible. Nuestras piezas de fibras naturales se piensan en función de cómo se verá reflejada la luz en el espacio, luminarias que acompañen al espacio donde se encuentran.
